Linux partió como el proyecto personal de un estudiante de computación de la Universidad de Helsinki, en Finlandia, quien quería aprender más sobre el funcionamiento de su nuevo PC/386, además de estar interesado en contar con un sistema operativo de tipo Unix en él. La primera versión (aún muy cruda) se hizo pública a fines de 1991. En estos pocos años ha recorrido un largo camino, y se ha transformado en un sistema robusto y estable, que corre en múltiples plataformas y tiene una legión de seguidores fanáticos, y una gran cantidad de personas que participan en su desarrollo.
Un sistema completo,
con los fuentes correspondientes para poder analizar en detalle
el funcionamiento de cada una de sus piezas
era
(y sigue siendo)
el sueño de muchos entusiastas en computación.
Un sistema de bajo costo
es muy bienvenido en las instituciones educacionales
(crónicamente cortas de recursos),
donde las fuentes a disposición de sus estudiantes
sirven de casos de estudio y ámbito ideal para proyectos realistas.
Pero esto por sí solo no explica la revolución que Linux ha significado.
No me sorprende saber que una buena fracción de los estudiantes de las
carreras de Informática de la Universidad Técnica Federico Santa María
(donde soy profesor del Departamento de Informática)
tengan Linux instaldo en sus computadores.
Tampoco me sorprende que lo mismo ocurra en las carreras de Electrónica.
Ya más curioso,
aunque aún fácilmente explicable,
es que sea el sistema predilecto de los colegas de
Matemáticas y Física:
Esto es más que nada porque es un sistema Unix fácil de usar,
y el hecho que las distribuciones de Linux traen versiones completas de
TeX,
el procesador de texto standard en estas áreas
por sus excelentes facilidades para textos con complejas fórmulas
matemáticas.
Como entusiasta de LaTeX yo mismo,
sé de las complicaciones que significa instalar ésto
en Unix,
y estoy en condiciones de comparar la comodidad del ambiente
tradicional en Linux
(más que nada proveniente del proyecto GNU,
aunque hay importantes aportes recientes de otras fuentes,
particularmente en lo que se refiere a ambientes gráficos
como
KDE
y
Gnome)
con sus equivalentes en algunas versiones comerciales de Unix.
No en vano el primer paso al instalar una máquina Unix propietaria
es lo que alguien llamó medio en broma ``GNU > /usr/local'',
vale decir,
instalar los paquetes de GNU
(y algunos otros,
a decir verdad)
en ella.
Ya me sorprende algo más cuando estudiantes de otras carreras,
como Ingeniería Industrial
(que en la UTFSM tiene poca relación con Informática,
y aún mucho menos con computadores)
me consultan sobre Linux,
o me piden copias de los CD de instalación.
Supongo que son entusiastas en computación
que eligieron otro camino profesional.
La situación en las demás universidades e instituciones de educación superior es similar, como cabe esperar. Una de las ventajas que esto trae es que de esos estudiantes entusiastas saldrán los especialistas que usen este ambiente, los administradores de sistemas y redes del futuro, personal que actualmente está en gran demanda. Un estudio de IDC sobre difusión de sistemas operativos de servidores citado por CNET da un 16% a Linux en 1998, y un 25% en 1999. Este mismo estudio sitúa la suma de los sistemas Unix y Linux en un 40% en el ámbito servidores en 1999, y Linux es una manera barata y cómoda de aprender Unix.